“Agradezco a Cristina Sánchez por permitirme
compartir y enseñarme que con poco se puede hacer mucho, por pasar momentos
maravillosos que perdurarán en mí…
Aprendí que con dar una mano y abrir el corazón se transforman
muchas cosas. Me siento muy feliz por la experiencia maravillosa vivida en el
merendero, compartiendo meses increíbles con hermosas personitas que esperaban
con alegría esas tardes para empezar a disfrutar, tardes que empecé a disfrutar
con muchas ganas.”
Así
comienza el relato de la Experiencia Comunitaria de Paola Ripani, colaboradora
de la Fundación Corriente Cálida
Humanística en
el merendero PROVIDA de
Merlo, Pcia. de Buenos Aires:
“Provida fue
un cambio en mi, marcó una gran diferencia en mi vida, fue un dar y recibir
constante, un volver a ser niña, a tomar la leche, a comer galletitas, a saltar
la soga.Niños con ganas de recibir amor y devolver sonrisas. Con ganas de ellos
y mías por conocernos, por aprender, por disfrutarnos.
Realmente me siento feliz, siento que fue grandioso haber podido
compartir esos meses en ese lugar maravilloso y haber dejado corazones llenos
como quedó el mío. Aprendí mucho gracias a la
visión de vida de Cristina Sanchez”